Esta poesía esta dedicada a mi hijo y a nuestros momentos de juegos, lo mas importante que tiene es que es un momento real, algo que de verdad existió, paso y lo plasme así, fue maravilloso, como cada momento junto a él.
EL FAMOSO POPIRO.
Arquitecto de mi alegría, construyes una y otra vez,
el puente de magia, a tu mundo fantástico,
de imágenes increíbles, y paisajes que si lo ves,
parecieran que salieron de la mente de un lunático.
Pero vale la pena cada segundo, compartido a tu lado,
aunque el ojo infrarrojo, me apunte y me dispare,
me asombra tu habilidad, tu capacidad y enfado,
al fundirme en un abrazo, haces que el tiempo se pare.
Los hologramas se irisan y despiden mil colores,
hay explosiones y monstruos, hay desafiantes canciones,
un “TE QUIERO PAPÁ”, cortó la vorágine de sonidos estertores,
Si; fue solo una frase, pero me atraganto de emociones.
Calla corazón, no digas nada, limítate a una lágrima de bien,
igual él no entendería, porque pausé el juego y deje de jugar,
simplemente para decirle, yo también hijo, yo también,
sin encontrar las palabras precisas para poderle explicar.
Es la extensión de mi existencia, lo siento cuando lo miro,
cuando su sonrisa sobrepasa cualquier amor que sentí,
solo por preguntarle, ¿Quien es el famoso popiro?
o ¿dónde está mi popipopi? Para oír felizmente… AQUÍ!!!
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